Nota introductoria: El siguiente texto es la declaración del Movimiento Socialista de Trabajadores y Campesinos (MSTC), ante las elecciones del 2009 que llevaron al gobierno al FMLN con la alianza del movimiento de Mauricio Funes. El MSTC era el primer grupo que se organizo como sección salvadoreña de Litci, y que posteriormente después de su disolución se fundaría la Unidad Socialista de Trabajadores (UST).
Es importante mencionar que dicha declaración no es de mi autoría, ya que participe junto con otros compañeros de la organización en la discusión y debate para la elaboración de la misma.
El marco de las elecciones:
la crisis económica mundial.
La crisis que desde el año anterior estremece la economía mundial aún no ha impactado de lleno en suelo salvadoreño; sin embargo, cuando se prevé que lo peor de sus efectos aún está por llegar, la clase trabajadora y las clases populares han recibido ya algunos golpes brutales: la pérdida de miles de empleos durante los últimos meses, el alza en los precios de los alimentos y la disminución del flujo de remesas en un 8% (unos 23 millones de dólares) a inicios del presente año. Ante este panorama cada día más oscuro, las expectativas de las masas en cuanto a las elecciones, ahora como nunca, concentran las esperanzas de que el gobierno electo trabaje en mejorar su situación económica. Para que eso fuera posible, el próximo gobierno estaría obligado a realizar cambios estructurales en la economía y la política del país. En el capitalismo, la burguesía sobrelleva las crisis cargando sus costos sobre los hombros de la clase trabajadora, a través del recorte de empleos y del aumento de la tasa de explotación, obligando a los trabajadores a trabajar más con una menor remuneración. Por lo tanto, cualquier partido político que se haga con el ejecutivo, o rompe radicalmente con la burguesía o se convertirá en su herramienta para la explotación de los trabajadores, en o que sería seguramente un gobierno peor que los que hemos visto en los últimos 20 años.
Definitivamente,
el partido ARENA, instrumento político por excelencia de la burguesía
salvadoreña es la apuesta de ésta para continuar explotando al pueblo, ahora de
manera más brutal para superar los efectos de la crisis.
Por otro lado, el FMLN ha demostrado que tampoco está decidido a llevar adelante un programa que avance más allá de los límites que la burguesía impone, por lo que las esperanzas que el pueblo tiene de un cambio radical en su nivel de vida, con toda seguridad se verán frustradas.
Un gobierno del FMLN sería un
gobierno de frente popular.
Consideramos que la posible victoria del FMLN con su candidato Mauricio Funes permitiría la instauración de un gobierno de frente popular, o sea, un gobierno de un partido reformista que aglutina a la mayoría de la izquierda salvadoreña, en alianza con un sector de la burguesía. El gobierno del FMLN estaría conformado por una alianza de este partido con el Movimiento Ciudadano Amigos de Mauricio, con el cual ha constituido un frente electoral; o sea, en caso de ganar las elecciones, quien llegaría al control del ejecutivo no sería sólo un partido político, sino una organización más amplia, de la cual forma parte un sector de la burguesía. A la cabeza de los Amigos de Mauricio se encuentra Miguel Menéndez –MECAFE-, importador y vendedor de armas y propietario de la mayor empresa de seguridad privada de El Salvador: COSASE. Otro miembro importante del referido movimiento es Nicolás Salume, perteneciente a una familia vinculada a empresas tales como Sistemas Comestibles (Mister Donut, Biggest, Nash), Comercial S.A. de C.V., Unión de Distribuidora Industrial, entre otras. En términos programáticos, algunos miembros de los Amigos de Funes también pueden aportar para la causa burguesa.
Por ejemplo, Carlos Cáceres, exdirector
de ABANSA, quien trabaja la parte financiera del plan de gobierno de Funes; así
como David Munguía Payés, militar vetado por sucesivos gobiernos de ARENA por
considerarlo ideológicamente afín a la izquierda, y quien ha logrado convocar a
un sector de
Líderes comunitarios, así como empleados de la alcaldía municipal de Metapán manifiestan que Umaña Samayoa les ha pedido voten por Mauricio Funes. El alcalde metapaneco es un empresario que durante el año 2008 se benefició ampliamente de la escasez de frijol que afectó a El Salvador, pues gracias a las medidas tomadas por el gobierno de ARENA, importó millones de dólares del cereal desde Nicaragua. ¿Por qué burgueses como Umaña Samayoa, Salume y MECAFE apoyarían de manera tan decidida la candidatura de Funes si no tuvieran garantizada la ganancia de sus empresas?
Es imposible sostener que la composición social del frente constituido por el FMLN y los Amigos de Mauricio está libre de burgueses. Ahora, podemos preguntarnos si el sector burgués del frente electoral es tan débil o está tan aislado del resto de la burguesía, que no representa un elemento cualitativo dentro del mismo. Nosotros pensamos que aunque el sector burgués en el frente electoral sea minoritario y aparentemente está aislado de la gran mayoría de la burguesía nacional, este pequeño sector es determinante para la definición del programa, pues la burguesía nunca apoya medidas que vayan en contra de sus intereses. Por pequeño que sea el sector burgués al interior del frente popular, en aras de no romper la unidad, el FMLN terminaría cediendo a las posiciones de la burguesía.
El programa del FMLN no
guarda ninguna amenaza para los intereses de la burguesía ni para el imperialismo.
El
programa del FMLN para el período 2009-
Mauricio Funes se ha esforzado por tranquilizar los ánimos tanto de inversionistas internacionales como de los EE. UU. Notables ha sido los dos encuentros que Funes ha sostenido con los magnates mexicanos Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego (Grupo CARSO y TV Azteca respectivamente). Luego de la última reunión, realizada en México el pasado mes de febrero, Funes aseguró: "En muchas partes del mundo y en El Salvador también, la izquierda le ha perdido el miedo a los empresarios y viceversa. Esta vez, los empresarios mexicanos me han expresado nuevamente que si yo me convierto en el presidente de El Salvador van a mantener sus inversiones en nuestro país y que hasta podrían aumentarlas"[1]
De igual manera, Funes sostuvo reuniones con el Secretario de Estado para Asuntos Hemisféricos de los EE UU, Thomas Shannon, para tranquilizar al gobierno estadounidense y tratar de establecer buenas relaciones con el mismo.
Si bien se esbozan políticas que pueden considerarse progresivas, tales como: Promesa de gratuidad en salud y educación (incluyendo uniformes y útiles escolares para estudiantes de primaria), legalización de tierras para los beneficiarios de la reforma agraria y los diferentes programas de asignación de tierras, eliminación del IVA para principales productos de la canasta básica y medicamentos, creación de la pensión asistencial para las personas adultas mayores y aumento del bono para las familias más pobres en el campo, extendiéndolo a la ciudad, estas medidas serán del todo insuficientes para evitar el golpe brutal al nivel de vida de la clase trabajadora propiciada por la explotación capitalista y acentuada por la crisis económica.
Tímidamente, el programa asegura que el del FMLN sería un gobierno no privatizador, lo cual, en el caso de que eso signifique que no se llevarán a cabo privatizaciones que aún están pendientes (ANDA, Zoológico nacional, entre otras), es a todas luces insuficiente, pues un programa que pretenda defender la economía de la clase trabajadora y las clases populares debe necesariamente contener una política de reversión de las fraudulentas privatizaciones llevadas a cabo durante los gobiernos de ARENA.
Históricas
reivindicaciones de la izquierda salvadoreña han sido ahora dejadas de lado por
el FMLN, tal es el caso de la lucha por la derogación de la ley de amnistía
para los involucrados en casos de violaciones a los derechos humanos durante el
conflicto armado. En otros aspectos, el FMLN ha cedido posiciones a exigencias
de la derecha más retrógrada, al punto que el año anterior, los parlamentarios
de dicho partido accedieron a firmar el llamado “Libro de
En el caso del Tratado de Libre Comercio con los EE UU, el hecho de que éste no constituye sólo un acuerdo comercial, sino un instrumento legal, político y económico de penetración imperialista y saqueo de los recursos naturales de nuestro país, exigiría del FMLN una postura crítica más firme. Un ejemplo actual de los alcances del TLC con EE UU lo podemos ver en la actual amenaza de la empresa minera Pacific Rim, la cual amparándose en el tratado pretende exigir al estado salvadoreño, el pago de $90 millones en concepto de indemnización por no obtener los permisos para la explotación de minas de oro en El Salvador.
Como
un detalle que denota el giro a la derecha relacionado con las políticas de un
potencial gobierno Funes-FMLN, es interesante señalar que, asociados a la elaboración de dichas
políticas han aparecido personalidades que en pasados
conflictos se ubicaron al lado de gobiernos de ARENA, tal es el caso de Héctor
Silva, separado del FMLN cuando era alcalde de San Salvador por colaborar con
el gobierno de ARENA para la resolución de un conflicto con el sector salud,
así como María Isabel Rodríguez, anterior rectora de
Indudablemente, el FMLN desecha puntos imprescindibles en defensa de los trabajadores y el pueblo en general, en el peor momento posible, por lo que, a pesar de los discursos de campaña y de la histórica relación entre el partido y el pueblo, el nuevo gobierno no será el “gobierno del pueblo”.
El factor Lula
Finalmente, es importante no dejar de lado los nexos de Mauricio Funes con el gobierno de Lula en Brasil, a través del cual han tenido contacto con empresarios brasileños, al punto de que, según declaraciones del alcalde electo de Santa Ana por el FMLN, serían éstos quienes financiarían el programa “Ciudad Mujer”. En mayo de 2008, el presidente Lula estuvo en El Salvador con motivo de una reunión del SICA, ocasión en la cual suspendió una conferencia de prensa que daría junto con el presidente Saca debido a una reunión que sostuvo a esa misma hora con Funes.[2] El asesor de campaña que ayudó a Lula a llegar al gobierno, Joao Santana, es ahora el principal asesor de campaña de Funes.
Por otro lado, el candidato del FMLN ha externado reiteradas veces su admiración por el gobierno brasileño. El actual gobierno de Lula es alabado por los organismos financieros internacionales y por la burguesía más conservadora a nivel mundial debido a que ha ejercido un gobierno totalmente plegado a los intereses del capital transnacional y de la gran burguesía brasileña, convirtiendo a Brasil en una submetrópoli del imperialismo, manteniendo una brecha creciente entre ricos y pobres y tomando medidas que han afectado el nivel de vida de obreros y campesinos. Lula mantiene altos niveles de popularidad en base a políticas compensatorias que no inciden en las causas de la pobreza, medidas como las que ahora propone un eventual gobierno Funes-FMLN.
El FMLN bajo el ataque de la
burguesía
Si el programa de Funes no presenta ninguna incompatibilidad con los intereses de la burguesía ¿por qué ésta se ha alineado en aplastante mayoría a favor de ARENA, atacando al FMLN usando todos los recursos a su alcance? El actual partido en el gobierno ha sido la herramienta política que le ha permitido a la burguesía salvadoreña y al imperialismo un entorno sumamente favorable para la explotación de la clase trabajadora y de los recursos naturales del país.
Los
principales representantes de la burguesía nacional son miembros de ARENA y, si
bien, en el pasado reciente hubo pugnas entre diferentes sectores burgueses,
que siguieron siendo más o menos visibles hasta las elecciones del 18 de enero,
el hecho de no haber perdido la suficiente cantidad de diputados como para que
el FMLN tuviera mayoría simple en
De igual manera, luego de tener el manejo del gobierno por 20 años, ARENA tiene mucho que ocultar ante el pueblo y por todos los medios se aferra al aparato para evitar se lleguen a destapar los múltiples casos de corrupción a los cuales podría tener acceso un eventual gobierno del FMLN.
Nuestras diferencias con El Socialista Centroamericano y el BPJ
La organización El Socialista Centroamericano, en el número 81 de su publicación, con el mismo nombre, al caracterizar al potencial gobierno Funes-FMLN, no lo caracteriza como un gobierno burgués, lo que luego se traduce en una política de apoyo a dicho gobierno. Anteriormente, nosotros explicábamos que en la actualidad el FMLN se aventura en un proyecto político con una organización en cuya dirección participa un sector de la burguesía, aunque ésta, en abrumadora mayoría siga defendiendo el proyecto de ARENA. El SOCA, a la hora de formular su política, llama a la conformación de un gobierno del FMLN que incluya a las organizaciones obreras, campesinas y populares. Nos parece que con el programa y la política de alianzas del FMLN, un gobierno de éste sería un gobierno igual o peor que los anteriores gobiernos burgueses, porque se apoyaría en su enorme apoyo popular para maniatar a las masas y evitar así que avancen contra los intereses de la burguesía y el imperialismo.
Por eso, nosotros no apoyamos el frente electoral Funes-FMLN ni apoyaremos su gobierno. Estamos en el deber de alertar a las masas sobre el hecho de que éste será un gobierno burgués que aplicará un plan burgués. Las organizaciones revolucionarias tenemos la tarea central, de llamar a la construcción de un gran partido revolucionario que sea capaz de acompañar a las masas en sus reivindicaciones y adopte un programa de transición que permita a Centroamérica caminar hacia el socialismo. Esto sólo puede lograrse desde una posición de total independencia del FMLN, no compartiendo con éste las bondades de la administración de los negocios de la burguesía. Coincidimos con El SOCA acerca de lo central de la tarea de llamar a la conformación de una asamblea constituyente, que salde las deudas democráticas e impulse políticas que mejoren el nivel de vida del pueblo; sin embargo, nos parece imprescindible explicar a las bases del FMLN y a las clases explotadas que el primer obstáculo que tendrían que enfrentar para la instalación de esa asamblea constituyente, sería el mismo gobierno, en su afán de no perder apoyo de la burguesía y el imperialismo.
De
igual manera, el Bloque Popular Juvenil, perteneciente a
Nuestra política
A pesar del carácter típicamente burgués del programa del FMLN, y de la alianza de éste con un sector de la burguesía, violando el principio de la independencia de clase, nos parece que el anhelo de la clase trabajadora, el campesinado y los sectores populares por derrotar el proyecto original de la burguesía salvadoreña, sacando a ARENA del ejecutivo, es totalmente válido. El MSTC está dispuesto a acompañar el voto de las masas para ayudarlas a derrotar a ARENA. Siendo la alianza Funes-FMLN, la que ofrece esa posibilidad en este evento electoral, aunque estamos en contra de su programa y sus alianzas, llamamos al pueblo a votar por el FMLN y ante las maniobras que el partido ARENA pueda realizar en contra de la voluntad del pueblo, llamamos a éste a que se prepare para hacer que se respete su decisión, sea cual sea.
Desde ya es imprescindible que las organizaciones revolucionarias llamemos a las masas a movilizarse para rechazar el programa del futuro gobierno, así como para exigirle garantice la reversión de las privatizaciones y los Tratados de Libre Comercio; asegure políticas que combatan los efectos perniciosos de la dolarización; desarrolle políticas que protejan a las clases explotadas de los efectos de la crisis económica mundial, se derogue la ominosa ley de amnistía; que asegure de manera decidida la separación entre las iglesias y el estado, así como una educación totalmente laica. Que garantice los derechos de las mujeres, y detenga las iniciativas que atentan contra los derechos de los homosexuales. De manera urgente, debe promover el desarrollo de los pueblos indígenas y el campesinado, incluyendo el derecho a contar con tierra para cultivar. Más aun, es imprescindible que las organizaciones revolucionarias levantemos consignas que vayan más allá, como la expropiación de la banca imperialista y de la propiedad de la oligarquía salvadoreña; expropiación sin indemnización de las empresas imperialistas que explotan los recursos naturales y los sectores estratégicos de la economía salvadoreña; el rompimiento con las instituciones financieras imperialistas (FMI, BM, BID) y el no pago de la deuda externa.
El
éxito en la lucha por mejores condiciones de vida para las grandes mayorías,
sólo será posible si los explotados cuentan con un gran partido revolucionario
que las acompañe en sus luchas, por lo que invitamos a todas las organizaciones
revolucionarias del país a que nos unamos para la construcción de ese gran
partido, que levantando el principio de la independencia de clase y con las
herramientas que nos proporciona el marxismo, trabajemos junto a las clases
explotadas por su verdadera liberación, la cual encontrarán sólo si avanzamos
hacia el socialismo.
[1] www.lapagina.com.sv/nacionales/3354/2009/02/19/Funes--se-reunio-con-Carlos-Slim-y-Salinas-Pliego
[2] El Faro. 29 de mayo de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario